Tierra. Aire, frío y ríos. Buenos Aires me espera y vos estás tan pálida, como de cartón.
Creo que empezaré a conocer o recorrer lugares prohibidos: grandes urbes, pequeños pueblos de montaña, lagos y hielos.
Tierra. Aire, frío y ríos.
También mares de locura y mares de placer. El atlántico con su poder y el pacífico azul bravío.
El desconocido índigo y su mirada azul en las Maldivas.
Y cuando vuelva al departamento urbano o a mi cabaña rural, contaré a todos mis experiencias de viajera trashumante.
Ya no me arraigaré tanto a la tierra. Mis pies se soltarán de sus locas raíces y deambularán sobre realidades remotas.
Aire, frío y ríos son lo que preciso ahora que te has ido.
2 comentarios:
Sí , hay no hay que arraigarse, hay que fluír.
Parece que esta tarde de sábado a vos se te dio por escribir como a mi =)
el invierno nos sensibiliza más, con el frío las despedidas se hacen más pesadas, los olvidos parecen más lentos, pero no hay que dejarse llevar por este clima, hay que inventar primaveras en invierno.
Se precisa tanto... y tan poco.
Cordiales saludos.
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